Este blog es muy especial para mí, quiero comenzar el año escribiendo una historia inspiradora de alguien que vivió algo increíble en el pasado mes de diciembre. Gracias Luz y a ti Eduardo que me motivaron y me permitieron escribir un poco de su historia.

La temporada navideña para muchos es una época de mucha nostalgia, tristeza, tiempo de malos recuerdos; sin embargo, para otros es un tiempo de fiesta, conexión con la gente que amas, diversión, sensibilidad, gran entusiasmo, también de sorpresas y milagros. ¡Yo soy de este último grupo, amo estas fechas!

Me encanta esta época, para mi siempre es una temporada muy esperada a lo largo de todo el año, algo que hacemos con mi hija frecuentemente es ver películas navideñas, nos encantan las luces y decoraciones propias de este mes, cada película inspira a fortalecer el amor en familia, es motivacional observar vidas que de ser infelices y sin motivación, se transforman por “el espíritu de la navidad” para disfrutar de la vida; sé que muchos han de estar pensando ¡que cursi, que aburrido, todas las películas son iguales llenas de romanticismo y fantasía! y sí … así son en su mayoría. Aunque ahora conocí muy de cerca una historia real que me parece parte de una película de navidad mágica y quiero contárselas brevemente.